Creo que a todos aquellos jugones nacidos en la generación del 70 nos dio un vuelco al corazón al enterarnos de que Los Cazafantasmas iba a tener una nueva entrega… pero en esta ocasión en forma de videojuego. Mucho ha sido el bombo que se le ha dado a este lanzamiento, con cantidad de vídeos, imágenes e información… esperemos que tanto hype no estropee lo que a priori tiene muy buena pinta. Quiero aclarar que el lanzamiento del juego coincide con el 25 aniversario de la primera película de Los Cazafantasmas, y que el lanzamiento ha sido acompañado con una nueva edición de la misma tanto en DVD como en BD.
Detrás del guión del juego están los geniales Dan Aykroyd y Harold Ramis. En él se nos cuenta la historia de un novatillo, nosotros, recién llegado a esta peculiar empresa, cuya misión es la de reforzar el trío formado por Peter Venkman, Ray Stantz y Egon Spengler y de paso, y entre otras cosas, probar las modificaciones que este último ha realizado en los equipos de trabajo. Algo que me ha llamado significativamente la atención es que no tenemos ni nombre ni pronunciamos palabra alguna a lo largo de toda la aventura. Esto quizás sea una muestra del homenaje que se ha querido brindar a la saga y a los brillantes diálogos de sus personajes, los cuales están de vuelta en nuestra consola. Son simplemente brillantes, aunque sin alcanzar la fuerza de los del film.
La mecánica de juego del juego desarrollado por los chicos de Terminal Reality es bastante sencilla, al menos en cuanto a planteamiento se refiere: deberemos avanzar en cada misión disparando rayos de protones a los fantasmas hasta aturdirlos. Una vez conseguido esto, deberemos lanzar una trampa y conducirle hasta ella, para después atraparlo. Pero no será tan sencillo ya que, una vez encima de la trampa y antes de introducirlos en la misma, los fantasmas se revolverán y evitarán entrar, teniendo entonces que contra restar sus movimientos para que no se salgan del halo de luz hasta que la trampa los absorba. Si consiguen escapar, el proceso se inicia de nuevo. Que no os asuste esto que acabáis de leer: disponemos de un completo tutorial al comienzo del juego, con Slimmer de protagonista, que nos explicará este proceso de “atrapamiento”.
Al principio de nuestra aventura atraparlos será más o menos sencillo, pero a medida que avancemos la cosa se irá complicando ya que algunos de los espectros nos lanzarán objetos. Para evitar que nos arreen con ellos, deberemos estar en continuo movimiento o bien parapetarnos de manera manual tras algún objeto, si es que lo hay. Otra cosa que podemos hacer, y que para eso está, será apretar el botón de “evasión”, gracias al cual daremos un pasito hacia un lado y nos libraremos del ataque. Es más sencillo que hacerlo, eso sí.
En Los Cazafantasmas el equipo es fundamental, me refiero al personal, así que más nos vale estar al loro de nuestros compis y ayudarles en cuanto lo necesiten, reanimándoles, ya que su ayuda será fundamental a la hora de avanzar. Para colmo, nuestro equipo de trabajo sufre de calentones tras un uso continuado, por lo cual es conveniente refrescarlo de vez en cuando. Es algo así como la recarga del arma de los shooters, pero aplicado al mundo fantasmal. Tendremos que prestar atención a nuestra mochila ya que incluye un indicador que nos avisa del tiempo que podemos disparar hasta su próximo “calentón”. Al juego se le ha añadido una especie de sistema de mejoras basado en puntos de experiencia, como si de un RPG se tratase. Esto último está de moda, y particularmente me gusta que se añadan este tipo de detalles a los juegos.
El juego, como era de esperar, está plagado de detalles y guiños hacia los 2 films existentes: el tutorial inicial con Slimmer, el encontronazo con el Marshmallow Stay Puft (el muñequito gigante del primer film), los rayos de protones, los diálogos con alusiones a las películas,… se le ha puesto cariño al asunto, y eso es de agradecer. A aquellos que como yo, sean “amantes” de Los Cazafantasmas, reconocerán todos los detalles y les hará esbozar más de una sonrisa o recordar los fragmentos del film en lo que “esto” aparecía o “aquello” es de la primera o segunda parte.
La experiencia de juego es más que satisfactoria, resultando muy entretenida y divertida para aquel que se ponga a los mandos. En Terminal Reality se lo han currado para conseguir esto, por ejemplo con todas las capacidades de las armas (cañón de mocos incluido), la variedad de escenarios (Times Square hasta arriba de coches, la cocina de un hotel, un castillo de estilo gozzeriano, una extraña dimensión paralela llena de espectros voladores y escaleras flotantes,…).
Pero claro, los juegos, siendo ya realistas, no viven solo de amor. El apartado técnico es algo importante también, y en este sentido, aunque el resultado no es malo, el juego adolece de ciertos “detalles” que quizás empañen el resultado final. En Los Cazafantasmas: el Videojuego seremos víctimas, en determinados momentos, de bajadas de framerate (con frecuencia), fallos en la física de los personajes y unas texturas bastante mejorables. Es más que probable que la bajada de framerate tenga algo que ver con la gran cantidad de partículas que aparecen en pantalla y por el humo (duele verlo y todo). Lo que no entiendo, y no es normal para los tiempos en los que estamos, es que las físicas de los personajes fallen más que una escopeta de feria ni que las texturas estén a un nivel tan bajo. Que sí, que será para evitar una mayor caída del framerate, pero vamos, que eso no es culpa ni problema del usuario. Este tipo de problemillas deberían estar ya más que resueltos por parte de las desarrolladoras.
Eso sí, que nadie se alarme porque aunque son fallucos que molestan, no puedo decir que enturbien mucho la experiencia de juego. El Infernal Engine funciona bien, o al menos eso parece, pero necesitará quizás unos retoques para futuras producciones.
Otro aspecto que no me ha convencido nada es el tema de las interpretaciones de los personajes, en especial la de Peter (Bill Murray). Mientras que sus otros 2 compañeros están recreados con gran fidelidad, este se limita a “recitar” su parte del guión sin pena ni gloria, con una pasividad pasmosa. Lo más curioso de todo esto es que esto sucede en la versión original del juego (en inglés), mientras que para mi asombro la versión en español hace gala de un doblaje más que correcto y creíble, con la mayoría de las voces de las películas originales. Eso sí, que en ninguna de las versiones de voz espere nadie encontrar la calidad y brillantez de los diálogos del celuloide, porque no lo encontrará. Si eso es lo que buscas, te recomiendo que veas de nuevo las pelis.
Por último, y por desgracia tampoco muy bueno, quiero comentar el tema de los tiempos/pantallas de carga: son excesivas, con todo el sentido y significado de la palabra. Y si a esto le añadimos que se trata de una aventura espectral que tira mucho de scripts, pues apaga y vámonos. En multitud de situaciones tendremos que esperar a que otro personaje haga o diga algo para nosotros poder avanzar, lo cual es algo que no alcanzo muy bien a entender… y menos aún cuando nos matan y tenemos que tragarnos la misma secuencia una y otra vez, hasta que conseguimos salir airosos del desafío.
Y esto es todo, amigos!!! Lo que se supone que es la 3ª entrega de Los Cazafantasmas no es un gran juego, como ya he apuntado, pero no es un mal juego. Los feos detalles que he comentado le impiden ser un gran juego y lo sitúan en el listón de bueno, entretenido y divertido. Que ya es bastante en la mayoría de las ocasiones. Aquí tenemos otro juego en el cual se demuestra que no todos los juegos basados en el 7º arte son bodrios infumables. Es más, el cariño con el cual el juego ha sido realizado merece ser destacado y, por consiguiente valorado. Toda una aventura mientras esperamos a la llegada, a saber cuándo, de la 3ª película de Los Cazafantasmas, que ya está en fase de desarrollo.
Lo Mejor:
Detrás del guión del juego están los geniales Dan Aykroyd y Harold Ramis. En él se nos cuenta la historia de un novatillo, nosotros, recién llegado a esta peculiar empresa, cuya misión es la de reforzar el trío formado por Peter Venkman, Ray Stantz y Egon Spengler y de paso, y entre otras cosas, probar las modificaciones que este último ha realizado en los equipos de trabajo. Algo que me ha llamado significativamente la atención es que no tenemos ni nombre ni pronunciamos palabra alguna a lo largo de toda la aventura. Esto quizás sea una muestra del homenaje que se ha querido brindar a la saga y a los brillantes diálogos de sus personajes, los cuales están de vuelta en nuestra consola. Son simplemente brillantes, aunque sin alcanzar la fuerza de los del film.
La mecánica de juego del juego desarrollado por los chicos de Terminal Reality es bastante sencilla, al menos en cuanto a planteamiento se refiere: deberemos avanzar en cada misión disparando rayos de protones a los fantasmas hasta aturdirlos. Una vez conseguido esto, deberemos lanzar una trampa y conducirle hasta ella, para después atraparlo. Pero no será tan sencillo ya que, una vez encima de la trampa y antes de introducirlos en la misma, los fantasmas se revolverán y evitarán entrar, teniendo entonces que contra restar sus movimientos para que no se salgan del halo de luz hasta que la trampa los absorba. Si consiguen escapar, el proceso se inicia de nuevo. Que no os asuste esto que acabáis de leer: disponemos de un completo tutorial al comienzo del juego, con Slimmer de protagonista, que nos explicará este proceso de “atrapamiento”.
Al principio de nuestra aventura atraparlos será más o menos sencillo, pero a medida que avancemos la cosa se irá complicando ya que algunos de los espectros nos lanzarán objetos. Para evitar que nos arreen con ellos, deberemos estar en continuo movimiento o bien parapetarnos de manera manual tras algún objeto, si es que lo hay. Otra cosa que podemos hacer, y que para eso está, será apretar el botón de “evasión”, gracias al cual daremos un pasito hacia un lado y nos libraremos del ataque. Es más sencillo que hacerlo, eso sí.
En Los Cazafantasmas el equipo es fundamental, me refiero al personal, así que más nos vale estar al loro de nuestros compis y ayudarles en cuanto lo necesiten, reanimándoles, ya que su ayuda será fundamental a la hora de avanzar. Para colmo, nuestro equipo de trabajo sufre de calentones tras un uso continuado, por lo cual es conveniente refrescarlo de vez en cuando. Es algo así como la recarga del arma de los shooters, pero aplicado al mundo fantasmal. Tendremos que prestar atención a nuestra mochila ya que incluye un indicador que nos avisa del tiempo que podemos disparar hasta su próximo “calentón”. Al juego se le ha añadido una especie de sistema de mejoras basado en puntos de experiencia, como si de un RPG se tratase. Esto último está de moda, y particularmente me gusta que se añadan este tipo de detalles a los juegos.
El juego, como era de esperar, está plagado de detalles y guiños hacia los 2 films existentes: el tutorial inicial con Slimmer, el encontronazo con el Marshmallow Stay Puft (el muñequito gigante del primer film), los rayos de protones, los diálogos con alusiones a las películas,… se le ha puesto cariño al asunto, y eso es de agradecer. A aquellos que como yo, sean “amantes” de Los Cazafantasmas, reconocerán todos los detalles y les hará esbozar más de una sonrisa o recordar los fragmentos del film en lo que “esto” aparecía o “aquello” es de la primera o segunda parte.
La experiencia de juego es más que satisfactoria, resultando muy entretenida y divertida para aquel que se ponga a los mandos. En Terminal Reality se lo han currado para conseguir esto, por ejemplo con todas las capacidades de las armas (cañón de mocos incluido), la variedad de escenarios (Times Square hasta arriba de coches, la cocina de un hotel, un castillo de estilo gozzeriano, una extraña dimensión paralela llena de espectros voladores y escaleras flotantes,…).
Pero claro, los juegos, siendo ya realistas, no viven solo de amor. El apartado técnico es algo importante también, y en este sentido, aunque el resultado no es malo, el juego adolece de ciertos “detalles” que quizás empañen el resultado final. En Los Cazafantasmas: el Videojuego seremos víctimas, en determinados momentos, de bajadas de framerate (con frecuencia), fallos en la física de los personajes y unas texturas bastante mejorables. Es más que probable que la bajada de framerate tenga algo que ver con la gran cantidad de partículas que aparecen en pantalla y por el humo (duele verlo y todo). Lo que no entiendo, y no es normal para los tiempos en los que estamos, es que las físicas de los personajes fallen más que una escopeta de feria ni que las texturas estén a un nivel tan bajo. Que sí, que será para evitar una mayor caída del framerate, pero vamos, que eso no es culpa ni problema del usuario. Este tipo de problemillas deberían estar ya más que resueltos por parte de las desarrolladoras.
Eso sí, que nadie se alarme porque aunque son fallucos que molestan, no puedo decir que enturbien mucho la experiencia de juego. El Infernal Engine funciona bien, o al menos eso parece, pero necesitará quizás unos retoques para futuras producciones.
Otro aspecto que no me ha convencido nada es el tema de las interpretaciones de los personajes, en especial la de Peter (Bill Murray). Mientras que sus otros 2 compañeros están recreados con gran fidelidad, este se limita a “recitar” su parte del guión sin pena ni gloria, con una pasividad pasmosa. Lo más curioso de todo esto es que esto sucede en la versión original del juego (en inglés), mientras que para mi asombro la versión en español hace gala de un doblaje más que correcto y creíble, con la mayoría de las voces de las películas originales. Eso sí, que en ninguna de las versiones de voz espere nadie encontrar la calidad y brillantez de los diálogos del celuloide, porque no lo encontrará. Si eso es lo que buscas, te recomiendo que veas de nuevo las pelis.
Por último, y por desgracia tampoco muy bueno, quiero comentar el tema de los tiempos/pantallas de carga: son excesivas, con todo el sentido y significado de la palabra. Y si a esto le añadimos que se trata de una aventura espectral que tira mucho de scripts, pues apaga y vámonos. En multitud de situaciones tendremos que esperar a que otro personaje haga o diga algo para nosotros poder avanzar, lo cual es algo que no alcanzo muy bien a entender… y menos aún cuando nos matan y tenemos que tragarnos la misma secuencia una y otra vez, hasta que conseguimos salir airosos del desafío.
Y esto es todo, amigos!!! Lo que se supone que es la 3ª entrega de Los Cazafantasmas no es un gran juego, como ya he apuntado, pero no es un mal juego. Los feos detalles que he comentado le impiden ser un gran juego y lo sitúan en el listón de bueno, entretenido y divertido. Que ya es bastante en la mayoría de las ocasiones. Aquí tenemos otro juego en el cual se demuestra que no todos los juegos basados en el 7º arte son bodrios infumables. Es más, el cariño con el cual el juego ha sido realizado merece ser destacado y, por consiguiente valorado. Toda una aventura mientras esperamos a la llegada, a saber cuándo, de la 3ª película de Los Cazafantasmas, que ya está en fase de desarrollo.
Lo Mejor:
- Hacer realidad uno de nuestros sueños de la infancia, formando parte de Los Cazafantasmas.
- El cariño y cuidado que se le ha puesto al videojuego.
- Todos los guiños hacia los films.
- El doblaje a nuestro idioma, mejor que en VO.
- Que técnicamente no sea todo lo bueno que desearíamos.
- Los tiempos de carga: pesados y repetitivos como ellos solos.
0 comentarios:
Publicar un comentario