Si hay algo que toda persona amante de los videojuegos debería hacer antes de morirse, o sino una de ellas, sería echarse unas partidas al primer Prince of Persia, obra de Jordan Mechner. Solamente de esta manera, jugándolo, uno se puede perder en la calidad de su animación al igual que puede perderse y darse a la bebida por su elevada dificultad. Llegados a este punto, si no habéis jugado nunca a Prince of Persia, os “invito” a que dejéis de leer esto inmediatamente y busquéis por ahí para poder jugarlo. Si no queréis hacer esto último, qué le vamos a hacer… Veamos de todas maneras si este nuevo Prince of Persia de Ubisoft nos da tanto como el original.
Eso sí, que nadie espere que este Prince of Persia sea igual al primero porque, sencillamente, eso es imposible. El juego arranca con una especie de tutorial en el cual se nos enseñan los controles básicos, a la par que se nos introduce un poco en la historia y se nos presentan a los personajes que en la misma participarán. En este tutorial queda bastante claro que nuestra aventura, en compañía de la bonita Elika, consistirá en pegar saltos de un lado para otro, correr por las paredes y hacer uso del acero de nuestra espada.
Elika es, además de nuestra compañera de viaje, la culpable de que cesemos en la búsqueda de nuestra querida burra Farah cargada de alforjas llenas de oro, y nuestra eterna salvadora. Y digo esto porque cada vez que metamos la pata y nos precipitemos a toda velocidad al vacío, su mano será nuestra salvación. Reconozco que esta idea de no poder morir nunca al principio choca y se hace rara, pero a la larga no deja de ser un acierto ya que si algo se nos resiste no se nos acabará haciendo frustrante. Sobre todo para aquellos que jamás se hayan echado una partida a Prince of Persia.
He de reconocer que nada más comenzar la aventura me he ofuscado un poco con el control del personaje, y casi apago la consola y todo, pero en cuanto me he hecho con el control del mismo ese sentimiento se ha transformado en todo lo contrario. Y es que no hay que darle a los botones más de lo necesario, sino que hay que hacerlo en su preciso y justo momento. Una vez comprendido esto, ver a nuestro príncipe saltar, girar, agarrarse a las tuberías y deslizarse por los toboganes naturales será una auténtica delicia.
Algo que tampoco faltarán en Prince of Persia son las luchas. He de avisar que ni son muy frecuentes, ni muy variadas ni muy difíciles, pero son cuanto menos curiosas. En ocasiones es posible que nos resulten un pelín aburridas, pero no es lo general. Además contamos con los siempre entretenidos combos, pudiendo encadenar algunos muy chulos. En ciertos momentos de los combates, cuando nos vayan a calentar la oreja, aparecerá un evento de esos que se llaman Quick Time Events, la base de Dragon’s Lair, en los cuales deberemos pulsar el botón que se nos indique para librarnos.
Del apartado técnico, que siempre hay que decir algo del mismo, me quedo con casi todo. Los gráficos son preciosistas a más no poder, haciendo gala de un Cel Shading muy bien llevado a la pantalla. Con lo que a mí me gusta esta técnica. Como ya os he dicho las animaciones están muy bien realizadas, siendo toda una gozada el verlas. Es posible que haya un par de fallucos por ahí, pero no son dignos de mencionar.
De la banda sonora tan solo puedo decir una cosa: genial. Soberbias melodías que nos trasladarán a la Persia más antigua y nos sumergirán en la historia con acordes de todo tipo, desde épicos hasta suaves. El juego se encuentra traducido y doblado al castellano, lo cual siempre es de agradecer. La calidad del doblaje es bastante buena, aunque el doblaje del príncipe ha salido bastante peor parado que el de Elika. Hubiese preferido una voz más varonil, de tono más fuerte pero bueno, con el personaje que se nos presenta no desentona tampoco tanto.
El juego flaquea en un par de aspectos como puede ser el nivel de dificultad y la duración. El nivel de dificultad quizás sea un poco bajo a mi parecer, al igual que la duración del mismo, que no será mucho mayor de las 10 horas. No hubiese estado mal una línea de dificultad algo más in-crescendo o la posibilidad de diferentes niveles de dificultad., así como algún aliciente para rejugarlo una vez acabado.
En general, el resultado del trabajo de los chicos de Ubisoft Montreal es más que notable y han conseguido, al parecer, revivir el espíritu de uno de los mejores juegos de toda la historia. La experiencia de juego es más que satisfactoria y “perderse” por los escenarios entre tanto salta y acrobacia es algo que merece la pena.
Lo Mejor:
Eso sí, que nadie espere que este Prince of Persia sea igual al primero porque, sencillamente, eso es imposible. El juego arranca con una especie de tutorial en el cual se nos enseñan los controles básicos, a la par que se nos introduce un poco en la historia y se nos presentan a los personajes que en la misma participarán. En este tutorial queda bastante claro que nuestra aventura, en compañía de la bonita Elika, consistirá en pegar saltos de un lado para otro, correr por las paredes y hacer uso del acero de nuestra espada.
Elika es, además de nuestra compañera de viaje, la culpable de que cesemos en la búsqueda de nuestra querida burra Farah cargada de alforjas llenas de oro, y nuestra eterna salvadora. Y digo esto porque cada vez que metamos la pata y nos precipitemos a toda velocidad al vacío, su mano será nuestra salvación. Reconozco que esta idea de no poder morir nunca al principio choca y se hace rara, pero a la larga no deja de ser un acierto ya que si algo se nos resiste no se nos acabará haciendo frustrante. Sobre todo para aquellos que jamás se hayan echado una partida a Prince of Persia.
He de reconocer que nada más comenzar la aventura me he ofuscado un poco con el control del personaje, y casi apago la consola y todo, pero en cuanto me he hecho con el control del mismo ese sentimiento se ha transformado en todo lo contrario. Y es que no hay que darle a los botones más de lo necesario, sino que hay que hacerlo en su preciso y justo momento. Una vez comprendido esto, ver a nuestro príncipe saltar, girar, agarrarse a las tuberías y deslizarse por los toboganes naturales será una auténtica delicia.
Algo que tampoco faltarán en Prince of Persia son las luchas. He de avisar que ni son muy frecuentes, ni muy variadas ni muy difíciles, pero son cuanto menos curiosas. En ocasiones es posible que nos resulten un pelín aburridas, pero no es lo general. Además contamos con los siempre entretenidos combos, pudiendo encadenar algunos muy chulos. En ciertos momentos de los combates, cuando nos vayan a calentar la oreja, aparecerá un evento de esos que se llaman Quick Time Events, la base de Dragon’s Lair, en los cuales deberemos pulsar el botón que se nos indique para librarnos.
Del apartado técnico, que siempre hay que decir algo del mismo, me quedo con casi todo. Los gráficos son preciosistas a más no poder, haciendo gala de un Cel Shading muy bien llevado a la pantalla. Con lo que a mí me gusta esta técnica. Como ya os he dicho las animaciones están muy bien realizadas, siendo toda una gozada el verlas. Es posible que haya un par de fallucos por ahí, pero no son dignos de mencionar.
De la banda sonora tan solo puedo decir una cosa: genial. Soberbias melodías que nos trasladarán a la Persia más antigua y nos sumergirán en la historia con acordes de todo tipo, desde épicos hasta suaves. El juego se encuentra traducido y doblado al castellano, lo cual siempre es de agradecer. La calidad del doblaje es bastante buena, aunque el doblaje del príncipe ha salido bastante peor parado que el de Elika. Hubiese preferido una voz más varonil, de tono más fuerte pero bueno, con el personaje que se nos presenta no desentona tampoco tanto.
El juego flaquea en un par de aspectos como puede ser el nivel de dificultad y la duración. El nivel de dificultad quizás sea un poco bajo a mi parecer, al igual que la duración del mismo, que no será mucho mayor de las 10 horas. No hubiese estado mal una línea de dificultad algo más in-crescendo o la posibilidad de diferentes niveles de dificultad., así como algún aliciente para rejugarlo una vez acabado.
En general, el resultado del trabajo de los chicos de Ubisoft Montreal es más que notable y han conseguido, al parecer, revivir el espíritu de uno de los mejores juegos de toda la historia. La experiencia de juego es más que satisfactoria y “perderse” por los escenarios entre tanto salta y acrobacia es algo que merece la pena.
Lo Mejor:
- El acabado gráfico del juego en general, que brilla por sí solo.
- La música, que es de una calidad más que encomiable.
- El resurgir de un gran clásico.
- La duración del título, sin ningún aliciente para rejugarlo de nuevo.
- La dificultad, quizás algo baja para mi gusto.
- La inexistencia de un modo cooperativo: con Elika hubiese sido la excusa perfecta.
3 comentarios:
Muy buen análisis. Para mí este Prince of Persia ha sido uno de los mejores lanzamientos de este año que se acaba. Jugablemente, como era de esperar, es similar a los anteriores juegos, aunque con algunos sutiles cambios. El no poder morir hace que la experiencia de juego sea muy fluida y eso siempre es de agradecer. Además, esa animación de Elika lanzándose hacia ti y dándote la mano es bellísima.
Los combates, al ser más escasos, cobran más importancia. Además, a mí no me parecen combates de ir a lo loco a dar golpes, sino que en ellos lo importante es saber usar la mejor combinación de combos posible contra cada enemigo concreto.
Gráficos y música, como ya has comentado, ambos tremendos y de una gran belleza. Aunque quiero comentar algunas cosas con las que no estoy de acuerdo (aunque tu opinión es muy respetable, por supuesto). No veo la duración y la ausencia de cooperativo como puntos negativos. Si es una buena historia y el juego es divertido, no importa que sea breve (lo criticable sería el precio del juego por las horas que ofrece, no la duración en sí). En cuanto al cooperativo, pues no creo que un juego sea menos bueno porque carezca de él (Bioshock es un ejemplo de ello). Para mí el cooperativo es un mero añadido al juego en sí, no una parte del juego.
En cuanto a la rejugabilidad, simplemente decir que una vez "purificas" una zona, aparecen en ella unas semillas de luz que puedes recolectar. En total creo que son 1001 (como las 1001 y noches, jeje) y a mí me parecen un buen aliciente para rejugar las zonas que ya has completado.
Pero, bueno, sólo es mi opinión. De cualquier forma, me ha gustado mucho tu análisis y coincido contigo en que Ubisoft ha conseguido revivir el espíritu y la magia del original.
Un saludo.
Okubo, es cierto que si un juego tiene una buena historia, entretiene, y encima es bueno, no debería importar la duración de éste, pero es que parece estar de moda el ofrecernos juegos que casi se acaba uno en un suspiro. No es que sea un punto muy negro, pero que fuese un poco más largo no hubiese estado mal.
Lo del tema del modo cooperativo es algo ya casi personal que tengo yo con las actuales consolas. Con todo el potencial que tienen y la posibilidad de conectarse a internet, es algo que deberían traer todos los juegos de serie. Prince of Persia hubiese ganado enteros si nos hubiese ofrecido la posibilidad de que un jugador manejase al príncipe y otro a Elika, o la posibilidad de alternar entre ambos, jugando un solo jugador.
Y sí, es posible que el hecho de recolectar las semillas de luz lleve a alguno a rejugar este juego, pero no lo veo un motivo muy de peso que lleve a rejugarlo, la verdad. Otra cosa hubiese sido, creo yo, un par de niveles nuevos, zonas nuevas o un modo contrarreloj, por poner un ejemplo.
Pero vamos, que como tú dices, esta es solo mi opinión. Que no espero ni sentar cátedra ni nada. Además, para eso estamos todos aquí, para intercambiar opiniones, que es lo bueno de esto.
Un saludo.
Sí, sí, lo entiendo. Cada uno tiene su opinión y soy bastante tolerante con las opiniones que difieren de la mía. Mi "problema", si es que se puede llamar problema, es que tengo tendencia a dejarme llevar por la experiencia de juego, lo que me hace ser muy subjetivo. Por eso me gustan mucho los análisis que realizáis aquí en Beegamer, porque me parecen muy objetivos y de una gran profesionalidad.
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