No hay duda de que Altered Beast es uno de los grandes clásicos del mundo de las recreativas, además de uno de los iconos en la historia de SEGA. Bueno, es cierto que hay cientos de clásicos en esto de los videojuegos, pero para mí éste es uno de ellos.
Este genial juego de acción, con una pequeña dosis de plataformas, pero muy pequeña, fue puesto en los salones recreativos por SEGA en 1988. Fue la propia SEGA quien se encargó tanto de su desarrollo como de su publicación. Su máximo responsable fue Makoto Uchida, programador de gran talento que estuvo al cargo de genialidades como Golden Axe, y Rieko Kodama, diseñadora que participó también en proyectos como Sonic the Hedgehog, Shinobi, Alex Kidd, y en la actualidad se encuentra trabajando en 7th Dragon para Nintendo DS.
Recuerdo que en aquella época todos los del barrio estábamos alucinados con el Altered Beast. El argumento de la máquina era bastante curioso y llamativo ya éramos despertados de nuestra tumba por el mismísimo Zeus al grito de “Rise from your Grave” para que rescatásemos a su hija Atenea del Dios del Inframundo, que respondía al nombre de Neff.
Para llevar a cabo nuestra tarea debíamos avanzar por las 5 fases o pantallas que conformaban el juego, acabando con todas las bestias que se pusiesen delante nuestra, y también con los jefes finales de cada pantalla. Las diferentes bestias que aparecen como enemigos están inspiradas en la mitología griega y, los enemigos finales, no son otra cosa que el malvado Neff transformado en distintas criaturas.
Algo fundamental para avanzar con algo más de comodidad en la aventura era acabar con los lobos blancos de 2 cabezas, los cuales, una vez muertos, soltaban una bola de poder, Spirit Ball, con la cual incrementábamos nuestra fuerza y tamaño. Quizás lo más llamativo de Altered Beast era la posibilidad de transformarnos en distintas bestias, dependiendo de la fase en la que nos encontrásemos. Podíamos transformarnos en Hombre Lobo, en Hombre Dragón, Hombre Oso, Hombre Tigre y Hombre Lobo Dorado. La del Hombre Tigre era la que a mí más me gustaba, aunque la del Lobo Dorado también. Conseguir llegar a la transformación era algo fundamental para poder acabar con el enemigo final de cada pantalla, ya que si no lo conseguíamos Neff se escapaba y el nivel continuaba.
Recuerdo que en el barrio a todos nos gustaba esta máquina, tanto por la transformaciones como por los grandes sprites, la temática mitológica, el desarrollo de beat’em up de scroll lateral,… y sin duda por la posibilidad de poder jugar “a dobles”. Esto era algo casi obligatorio en la mayoría de recreativas ya que hacía la experiencia mucho más divertida y agradable. Incluso creo que los lazos de amistad se reforzaban con cada partida jugada.
Algo que me asombró fue el hecho de ver las cabezas voladoras que soltaba el primer jefe de nivel. Ver tanto color en la pantalla, unos “muñecos” tan grandes, las transformaciones, la música, la ambientación, la acción,… era imposible pasar ante ella y no echarse una partida.
Como en casi todas las recreativas, el nivel de dificultad era bastante elevado, algo que hacía bastante difícil, por no decir imposible, llegar al final de la máquina. Jamás he conocido a ningún encargado de recreativos que pusiese sus máquinas a un nivel asequible. Y mira que costaba hacerse con 5 duros de aquel entonces para poder echarse una partidilla.
Como ya he apuntado antes los gráficos de Altered Beast eran muy llamativos, con unos sprites de gran tamaño y que se movían con bastante agilidad, aunque respondiesen algo tarde a nuestras órdenes, unos decorados bastante detallados, llenos de colorido y con un “Rise from your Grave” (de nuevo la misteriosa frase) antes de empezar la partida que invitaban a jugar… o a ver cómo jugaban otros si no tenías 5 duros en tus bolsillos. Para la época las secuencias de las transformaciones eran la reostia, todo hay que decirlo, y molaba mucho verlas una y otra vez a la par que un sentimiento de alegría te invadía (y también las ganas de acabar con todo bicho viviente).
Altered Beast fue trasladado, debido a su calidad y éxito, a multitud de plataformas como al Spectrum, Amstrad CPC, MSX, NES, MS-DOS, Atari ST, Commodore Amiga y 64, Master System, Mega Drive, TurboGrafx CD, Dreamcast, PlayStation 2 y PSP. Hace nada ha salido una versión para la Wii Virtual Console. En cuanto a las secuelas, decir que en 2002 tuvo una, Altered Beast: Guardian of the Realms para Game Boy Advance.
En 2005 se desarrolló para PlayStation 2 Jūōki: Project Altered Beast en Japón, en Europa Altered Beast, el cual lejos de ser una continuación del arcade original era un juego con entidad propia, y que no vio la luz en los EEUU debido a su nivel de violencia.
Como último apunte quiero compartir con vosotros que para terminarme este juego tuve que esperar a que Papá Noel me trajese la SEGA Mega Drive, que venía con este juego, y así quitarme la espinita que tenía clavaba con el Altered Beast. También lo tuve para mi querido Spectrum 48 K, pero era igual de difícil que la recreativa o peor.
Este genial juego de acción, con una pequeña dosis de plataformas, pero muy pequeña, fue puesto en los salones recreativos por SEGA en 1988. Fue la propia SEGA quien se encargó tanto de su desarrollo como de su publicación. Su máximo responsable fue Makoto Uchida, programador de gran talento que estuvo al cargo de genialidades como Golden Axe, y Rieko Kodama, diseñadora que participó también en proyectos como Sonic the Hedgehog, Shinobi, Alex Kidd, y en la actualidad se encuentra trabajando en 7th Dragon para Nintendo DS.
Recuerdo que en aquella época todos los del barrio estábamos alucinados con el Altered Beast. El argumento de la máquina era bastante curioso y llamativo ya éramos despertados de nuestra tumba por el mismísimo Zeus al grito de “Rise from your Grave” para que rescatásemos a su hija Atenea del Dios del Inframundo, que respondía al nombre de Neff.
Para llevar a cabo nuestra tarea debíamos avanzar por las 5 fases o pantallas que conformaban el juego, acabando con todas las bestias que se pusiesen delante nuestra, y también con los jefes finales de cada pantalla. Las diferentes bestias que aparecen como enemigos están inspiradas en la mitología griega y, los enemigos finales, no son otra cosa que el malvado Neff transformado en distintas criaturas.
Algo fundamental para avanzar con algo más de comodidad en la aventura era acabar con los lobos blancos de 2 cabezas, los cuales, una vez muertos, soltaban una bola de poder, Spirit Ball, con la cual incrementábamos nuestra fuerza y tamaño. Quizás lo más llamativo de Altered Beast era la posibilidad de transformarnos en distintas bestias, dependiendo de la fase en la que nos encontrásemos. Podíamos transformarnos en Hombre Lobo, en Hombre Dragón, Hombre Oso, Hombre Tigre y Hombre Lobo Dorado. La del Hombre Tigre era la que a mí más me gustaba, aunque la del Lobo Dorado también. Conseguir llegar a la transformación era algo fundamental para poder acabar con el enemigo final de cada pantalla, ya que si no lo conseguíamos Neff se escapaba y el nivel continuaba.
Recuerdo que en el barrio a todos nos gustaba esta máquina, tanto por la transformaciones como por los grandes sprites, la temática mitológica, el desarrollo de beat’em up de scroll lateral,… y sin duda por la posibilidad de poder jugar “a dobles”. Esto era algo casi obligatorio en la mayoría de recreativas ya que hacía la experiencia mucho más divertida y agradable. Incluso creo que los lazos de amistad se reforzaban con cada partida jugada.
Algo que me asombró fue el hecho de ver las cabezas voladoras que soltaba el primer jefe de nivel. Ver tanto color en la pantalla, unos “muñecos” tan grandes, las transformaciones, la música, la ambientación, la acción,… era imposible pasar ante ella y no echarse una partida.
Como en casi todas las recreativas, el nivel de dificultad era bastante elevado, algo que hacía bastante difícil, por no decir imposible, llegar al final de la máquina. Jamás he conocido a ningún encargado de recreativos que pusiese sus máquinas a un nivel asequible. Y mira que costaba hacerse con 5 duros de aquel entonces para poder echarse una partidilla.
Como ya he apuntado antes los gráficos de Altered Beast eran muy llamativos, con unos sprites de gran tamaño y que se movían con bastante agilidad, aunque respondiesen algo tarde a nuestras órdenes, unos decorados bastante detallados, llenos de colorido y con un “Rise from your Grave” (de nuevo la misteriosa frase) antes de empezar la partida que invitaban a jugar… o a ver cómo jugaban otros si no tenías 5 duros en tus bolsillos. Para la época las secuencias de las transformaciones eran la reostia, todo hay que decirlo, y molaba mucho verlas una y otra vez a la par que un sentimiento de alegría te invadía (y también las ganas de acabar con todo bicho viviente).
Altered Beast fue trasladado, debido a su calidad y éxito, a multitud de plataformas como al Spectrum, Amstrad CPC, MSX, NES, MS-DOS, Atari ST, Commodore Amiga y 64, Master System, Mega Drive, TurboGrafx CD, Dreamcast, PlayStation 2 y PSP. Hace nada ha salido una versión para la Wii Virtual Console. En cuanto a las secuelas, decir que en 2002 tuvo una, Altered Beast: Guardian of the Realms para Game Boy Advance.
En 2005 se desarrolló para PlayStation 2 Jūōki: Project Altered Beast en Japón, en Europa Altered Beast, el cual lejos de ser una continuación del arcade original era un juego con entidad propia, y que no vio la luz en los EEUU debido a su nivel de violencia.
Como último apunte quiero compartir con vosotros que para terminarme este juego tuve que esperar a que Papá Noel me trajese la SEGA Mega Drive, que venía con este juego, y así quitarme la espinita que tenía clavaba con el Altered Beast. También lo tuve para mi querido Spectrum 48 K, pero era igual de difícil que la recreativa o peor.
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